Era organista en San Pietro, Lodi Vecchio cerca de Milán en 1638; desde 1647 a 1650 fue maestro di cappella y organista en San Lorenzo, Mortara. Desde 1651 hasta 1671, año de su muerte, fue primer organista de la Catedral de Novara.

Nada más se sabe sobre su vida, pero varios poemas testimoniales en su publicación de 1647 indican que tenía una alta reputación en Italia del norte en la primera mitad del siglo XVII.

La música conocida de Beria es sacra en su totalidad y es típica de la música de  iglesia italiana del periodo; muchos de su motetes son para dos voces desplegadas en estilo de diálogo. Puso música a textos litúrgicos y paralitúrgicos, y, en los últimos sobre todo, usó varios dispositivos expresivos normales con buen efecto.