Dall’Oglio, Domenico

Violinista virtuoso y compositor

Italiano Barroco tardío

Padua, h. 1700 - †Narva, Estonia, 1764

Basílica de San Antonio, Padua

Aunque por su físico débil y enfermizo tuvo una educación tardía, no menos se revigorizó con el aumento de edad y desarrolló una tendencia natural a la mecánica ... luego a la música que aprendió con facilidad y rapidez, aunque discretos maestros le dieron las primeras instrucciones. La habilidad con que Dall'Oglio sabía construir violines y laúdes, que luego habría utilizado en los conciertos, nos llevaría a considerarlo un autodidacta, formado musicalmente en algún taller en lugar de haber sido el prometedor alumno de Giuseppe Tartini y Antonio Vivaldi que muchos sus biógrafos, con descubierto esfuerzo laudatorio, se atreven a sugerir. Se puede haber convertido en alumno de Giuseppe Tartini alrededor de 1721, cuando este se volvió ‘primo violino e capo di concerto’ en la Basílica de San Antonio en Padua, o quizás después de la fundación de la escuela de Tartini de enseñanza del violín, 1727-28. La suposición de Mooser de que Dall´Oglio puede haber empezado sus estudios bajo Vivaldi en Venecia estaba basada probablemente en la creencia de que Domenico era hijo o un pariente cercano de un Pietro Dall´Oglio que era allí maestro de coro en el Ospedale della Pietà, 1713-18. Sin embargo, recientes estudios han demostrado que esto es improbable pues Dall´Oglio era un seudónimo usado por Pietro Scarpari, una figura mayor en la Pietà.

Edición discográfica con una obra de Domenico Dall'Oglio

Ciertamente, Domenico parece haber sido influenciado por Vivaldi; ciertos aspectos de su escritura recuerdan su estilo. Domenico fue nombrado violinista en la Basílica de San Antonio en Padua en 1732. Independientemente de la escuela de violín a la que pertenecía y por la modestia de sus actividades en la Basílica de San Antonio y en la Scuola delle nazioni, frecuentada por él en 1732, Dall'Oglio debe en 1735 haber alcanzado tal reputación artística como para ser invitado, junto con otros conocidos músicos, para ir a San Petersburgo a entrar al servicio de la emperatriz Ana Ivanovna, que deseaba dar un nuevo lustre al teatro de la corte. El contrato fue perfeccionado por P. Mirra, que ofreció un sueldo de 700 rublos a los hermanos Domenico y Giuseppe Dall'Oglio, a P. Peri y a G. Piantanida, los que pasaron así a reunirse en Rusia con los hermanos Luigi y Antonio Madonis, Giovanni Verocai, Francesco Araja y el propio P. Mirra para formar una de las orquestas más célebres de la época, compuesta de cuarenta elementos valiosos. Junto con el segundo grupo de músicos partieron también muchos 'cómicos', como la actriz goldoniana Rosa Pontremoli, que más tarde se convirtió en la compañera de Dall'Oglio

Sobre la estancia de Dall'Oglio en San Petersburgo no se tienen sino vagas noticias: entre ellas un episodio de complicidad cortesana en que fue protagonista junto con la futura zarina Catalina II, ampliamente descrito en las memorias de la misma. Desde el punto de vista profesional el violinista disfrutó siempre de la mayor consideración, por lo que su salario se elevó a 1.000 rublos y su talento destacado en las crónicas de los espectáculos que se daban en la corte. Llegó a la cima de su carrera en 1742 cuando, durando demasiado  la ausencia de Araja, Dall'Oglio obtuvo la regencia del teatro y la organización de fiestas y bailes a los que a menudo daba su aporte musical. En 1764 Dall'Oglio, atacado de apoplejía, murió en Narva, Estonia, mientras estaba en viaje a Italia para su definitivo regreso a la patria.

La mayoría de las composiciones supervivientes de Dall’Oglio son instrumentales (sonatas para violín solo, sinfonías y conciertos). En ausencia del compositor principal de la corte, Francesco Araja, Dall´Oglio fue llamado para contribuir con música para los ballet de la corte y para otras ocasiones festivas. Escribió un prólogo para la representación en 1742 de la música de Hasse  de "La clemenza di Tito", bajo el título "La Rusia afflitta". Su música para cuerdas lo revela como maestro del estilo virtuoso italiano del siglo XVIII. Su obra está repleta de paradas dobles y difíciles pasajes en las posiciones altas. En sus sonatas para violín prefería una forma de tres movimientos (lento-rápido-rápido). Los conciertos, por otro lado, ordinariamente empiezan con un Alegro brillante seguido por un Grave o Largo y concluyen con otro Allegro. Los movimientos lentos frecuentemente están decorados con elaborados embellecimientos que recuerdan las floridas melodías de la escuela de Tartini.

Primer movimiento "Allegro" del "Concierto para violín, cuerdas y continuo en Do Mayor" - Violin: Giuliano Carmignola -