Desde por lo menos 1617 era miembro del monasterio Agustino de San Vicente de Fora en Lisboa, y hacia 1627 había sido transferido al priorato de Santa Cruz en Coimbra. Aunque parece que era valorado principalmente como organista, las ocho obras supervivientes atribuidas a él son todas vocales.

Emplean texturas homofónicas simples con excepción de los versos de los responsorios de Navidad, donde una sola línea vocal es acompañada por partes independientes más elaboradas para fagotillo, violín y bayxão, así como continuo. }

La música del segundo y tercer salmos para Nadie -posiblemente compuestos como piezas de acompañamiento para una obra existente del primer salmo por un cierto Dom Gaspar- al parecer fueron pensadas para la fiesta de la Ascensión, a juzgar por el contexto en que aparecen en la fuente.