Es registrado primero como cantante y luego como sous-maître, y en 1650, cuando rechazó un puesto en la catedral de Autun, llegó a ser director de la escuela de coro; también había rehusado la oferta de un puesto similar en Châlon siete años antes.
Su única música conocida es la “Missa ad imitationem moduli ‘Tota pulchra es’”, de seis partes (Paris, 1648), la cual sobrevive sólo en copias de la segunda edición (1676).
Es una obra convencional cuyas texturas varían entre verdadera polifonía compleja para los textos más cortos y homofonía para los más largos.
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