INTRODUCCION

Este no es un trabajo pensado solamente para eruditos, aun cuando también a ellos pueda llenarles ciertas lagunas de conocimiento sobre la existencia y obra de algunos compositores, muchos de los cuales prácticamente son desconocidos. Es una obra que se ideó como el comienzo de una serie dedicada a cada uno de los períodos de la música docta, dirigida en general a todas las personas amantes de la cultura musical y en particular a los estudiantes interesados en ampliar sus horizontes de conocimiento.

He comenzado este trabajo con el período Barroco por ser, desde el punto de vista histórico, el más abundante en compositores (alrededor de 3500) y por lo tanto el más rico en creaciones y progreso musical; efectivamente, durante los siglos XVII y XVIII se consolidaron tipos de obras como la sonata, la suite, la fuga, el concerto grosso, la ópera, la cantata, el oratorio, la pasión, etc., algunos de los cuales han sido llevados a su máxima expresión en los períodos posteriores, especialmente el Clásico y el Romántico. Estas formas musicales se vieron apoyadas por la armonía, el contrapunto, el bajo continuo, la polifonía y todas aquellas creaciones de grandes genios que lograron transformar la música, desde una simple pieza generalmente monofónica, a monumentales obras que requieren grandes conjuntos instrumentales, corales y grupos de solistas.

Al iniciar la presentación del período Barroco mi intención era ofrecer al lector, sin caer en detalles poco relevantes o demasiado académicos, un resumen de la vida y obras de los compositores, así como una muestra sonora de alguna de sus obras que lo identificara a los oidos del lector; sin embargo, al adentrarme en la investigación me he encontrado con la triste realidad de que la música de casi el 30% de los compositores de esa época ha sido ignorada por los músicos, directores, cantantes, instrumentistas y por las propias firmas discográficas, lo que deja este trabajo prácticamente mutilado en uno de sus aspectos más importantes, que es el de "escuchar" la música. Pido excusas por esta omisión, que escapa a mis posibilidades de investigación seria y responsable, aun cuando en algunos casos he logrado, a través de las partituras existentes, crear música electrónica que, si bien no refleja la verdadera sonoridad de la obra, al menos nos ofrece una imagen de su valer.

En las biografías de los 3500 compositores mencionados se han evitado, dentro de lo posible, todos los detalles o análisis técnicos innecesarios para los fines de este trabajo, limitándonos a indicar lo substancial dentro de la vida y obra de cada uno de ellos, con información muy escasa o casi nula, lamentablemente en algunos casos, de compositores inmerecidamente olvidados.

Me ha parecido adecuado iniciar la presentación de los Barrocos con una imagen y música del conjunto instrumental de Chile “Barroco Andino”, grupo de jóvenes que, con gran talento, creatividad e irrestricto respeto, han logrado poner este tipo de música al nivel de lo popular para llegar a más amplios auditorios, usando para ello instrumentos folklóricos latinoamericanos, de preferencia aerófonos andinos.