Saracini, Claudio

Cantante, laudista y compositor

Italiano Barroco temprano

Siena, 1 de julio de 1586 - †Siena, 20 de septiembre de 1630

Casco antiguo de Siena

Provenía de una distinguida familia de nobles y de músicos en Siena. Se le conocía como “Il Palusi” en la academia y en la dedicatoria de su “Seconde Musiche” (1620) afirmó que desde su juventud había viajado por muchos países. Y como dedicó una canción de su “Musiche” (1614) a la duquesa de Brunswick, puede asumirse que Alemania fue uno de esos países. Y debido a que algunas de sus canciones estróficas parecen haber sido influidas por la música popular balcánica, también es probable que haya estado en los países del sureste europeo. Parece que nunca ostentó un puesto de músico profesional del que haya quedado noticia. En realidad parece que se trataba de un amateur dotado de un gran talento, admirado incluso por Caudio Monteverdi.

Saracini conoció a aristócratas y otras eminentes figuras en Italia. Por ejemplo, al dedicar su “Quinte Musiche” (1624) al Arzobispo de Bolonia, explicó cómo escribió las obras en la residencia del arzobispo en Frascati y que algunas se cantaban por orden de la hermana del arzobispo, la duquesa de Rufano. Y dedicó su “Seste Musiche” (1624) al Príncipe Alfonso d’Este de Modena. Entre las distintas canciones de los primeros libros de Musiche inscribió a otros dedicatarios y una de ellas, el fino madrigal al comienzo del segundo libro, “Udite lagrimosi spirti d’averno”, fue dedicado a Monteverdi, a quien probablemente también conoció.

Saracini es un notable ejemplo del hombre cultivado que no tenía necesidad de ser comparado con los profesionales que practicaban el arte. Dado el tamaño, rango y calidad de su producción, puede ser considerado junto a Sigismondo d’India como uno de los dos más finos compositores de monodia en Italia a comienzos del siglo XVII. Con excepción de muy escasas piezas, toda su música es monódica y la mayoría emplea textos italianos, abarcando desde textos famosos de la época a otros escritos especialmente para él.

Saracini abordó todos los tipos de canción solista de su época, desde extensos recitativos y ariosos hasta madrigales, tanto cromáticos como diatónicos, pasando por sonetos y canciones. En cada grupo hay excelentes obras, ya que era un maestro de la declamación y respondía de manera expresiva como meticulosa al texto, soportando líneas vocales flexibles. Tal música pudo ser influida por Monteverdi y no fue accidente que el poeta al que parece haber recurrido más veces haya sido Marino, con sus versos eróticos y muy cargados. Toda su música se publicó en Venecia entre 1614 y 1624.

De su música, 133 canciones han sobrevivido, y todas son monodias—composiciones seculares para voz sola, generalmente cantadas en un estilo altamente ornamentado, con acompañamiento instrumental. Todas menos una son en italiano, y abarcan una amplia gama de textos, incluyendo serias, cómicas y eróticas. Su estilo varía del diatónico al cromático, y es comparable al del monodista contemporáneo Sigismondo d'India en sus cualidades experimentales.

Un rasgo único de las composiciones de Saracini es la influencia ocasional de la música popular, incluyendo la de los Balcanes, una rareza extrema en la música Barroca italiana temprana. Probablemente oyó música folclórica en esas regiones cuando viajó allí durante su juventud. Esta influencia es muy evidente en sus canciones estróficas, una de los cuales está en 5/4 (aunque realmente anotada en medida doble); las medidas asimétricas son un rasgo normal de la música popular balcánica pero están ausentes en la italiana.

Las obras de Saracini tuvieron un resurgimiento de interés en el siglo XX, después de un largo periodo de abandono. .

"Da te parto, cor mio"