No estaba relacionado con Pierre Bouteiller. A los quince años de edad llegó a ser maître de musique de la catedral de Le Mans en 1663 después de ganar varias competencias.
Pero este éxito inesperado y esta precocidad casi sin ejemplos no le impidieron trabajar arduamente para perfeccionar su talento; así logró ganar sucesivamente diez y siete premios en diversos concursos que se realizaban entonces en las catedrales de Francia.
En 1672 ganó competencias de motetes en Angers y Rouen, y en 1673 y 1678 en Caen. En virtud de su reputación fue nombrado para suceder al fallecido Jean Gilles en St Etienne, Toulouse, en 1705, pero rechazó el puesto y permaneció en Le Mans por el resto de su vida.
Es autor de un gran número de misas, motetes, himnos y antífonas, que los canónigos de Mans hicieron depositar después de su muerte en el tesoro de su iglesia para servir de modelo a los sucesores de este hábil músico, pero el inventario y las obras están ahora perdidos. Algunas de estas piezas fueron ejecutadas ante Luis XIV, a quien le gustaron tanto que las hacía tocar con frecuencia.
La colección de Brossard en la Bibliothèque Nationale contiene el motete "Ad te, Domine, clamabo", para solistas, tres coros y orquesta, con el que Bouteiller participó en la competencia de la capilla real de Versalles de 1683. Está desprovisto de melismas y sofisticación polifónica y se parece a los pasajes homofónicos de los motetes de Lully. Dos airs atribuidos a ‘Bouteiller le cadet' en un "Recueil d'airs" (París, 1705) también pueden ser suyos. Una carta de su puño y letra está en la Bibliothèque Nationale de París.
|