Entró en la orden Dominica en 1605 e hizo sus votos el año siguiente. Conocido como frà Domenico il Ricalbuso, en 1608 era organista de San Domenico, Palermo, y recibió enseñanza de música de Antonio Il Verso.

En las páginas de título de sus dos publicaciones supervivientes se describe como 'bachiller en teología sacra'; en 1629 llegó a ser maestro en esta disciplina. Allacci lo incluyó entre las personas más importantes que vivían en Roma en 1630.

De allí Campisi volvió a Palermo famoso y admirado; los empalagosos tributos que se le rindieron a su muerte sobreviven en manuscrito en la Biblioteca Comunale, Palermo.

La tal fama no es apoyada por la calidad de su música, que perpetuamente oscila entre una monótona tónica  y dominante, es melódicamente insignificante y contrapunísticamente obvia, y no vale más que un empobrecido abaratamiento del estilo contemporáneo del concerto sacro.