Couperin, François ("Le Grande")

Organista, clavecinista, maestro y compositor

Francés Barroco tardío

París, 10 de noviembre de 1668 - †París, 11 de septiembre de 1733

Hijo del organista Charles Couperin, que fue así mismo su primer maestro que le enseñó música antes de leer y de escribir. No hizo estudios generales y sus escritos son de un estilo y de una ortografía que dejan mucho que desear.

François Couperin

Se perfeccionó junto a Jacques Thomelin, organista de Saint-Jacques de la Boucherie y, sobre todo, uno de los cuatro titulares del órgano de la Capilla Real. A los 10 años de edad François heredó el importante cargo de su padre en la Catedral de Saint Gervais, donde Michel-Richard de Lalande se hizo cargo temporalmente de su educación, hasta los 18 años. 

En 1689 contrajo matrimonio y se dispuso a publicar sus primeros libros. Su maestría en la interpretación facilitó en 1693 su entrada en la corte como organista de la capilla real de Luis XIV, donde tuvo a su cargo, además, la educación musical del delfín. Es ciertamente por la intervención de Delalande y de Buterne que entró al servicio de Luis XIV. En 1696 le fue otorgado un título nobiliario, y a partir de este momento su carrera fue una larga cosecha de éxitos. Clavecinista de la cámara del rey desde 1701, en 1702 recibió el título de caballero de la Orden de Letrán. A partir de 1700 trabajó como compositor de la corte, produciendo tanto obras de cámara como obras sacras, y en 1717 se convirtió oficialmente en clavicordista real.

François Couperin Le Grand

Sus calidades de músico lo hicieron ser altamente apreciado por el soberano, y fue nombrado uno de los cuatro organistas de la Capilla Real. Couperin, que no era un hombre de intrigas, no vivió sino para su arte, y no obtuvo un puesto que sus dones habrían debido asegurarle: el de clavecinista del rey. Fue el hijo de Jean-Henri d' Anglebert, músico mediocre, quien conservó el cargo cuando su padre murió.

Era profundamente perfeccionista, y se ganó el reconocimiento y la estima internacional (incluso de J. S. Bach). Couperin declaró que prácticamente la totalidad de sus 230 composiciones fueron inspiradas por la gente, los acontecimientos o las ideas de su entorno, constituyendo una íntima galería de retratos y un fascinante microcosmos de la vida cotidiana e intelectual proyectada a través de una exquisita e individual síntesis, esencialmente francesa, de elementos del Rococó y el Barroco.

De salud frágil y de carácter poco mundano, Couperin desarrolló una honrada carrera de músico y profesor, apreciado sin embargo por los grandes, que no le veían más que un competidor: Louis Marchand. Pocos acontecimientos de su vida personal merecen ser anotados, si no es la desaparición de uno de sus hijos que dejó el domicilio paterno sin regresar casi nunca. En cuanto a sus dos hijas, fueron también músicas consumadas.

Edición discográfica de música de cámara de François Couperin

Hacia el fin de su vida, progresivamente abandonó sus diversos cargos, particularmente en la Capilla Real y su tribuna en el órgano de Saint-Gervais. Couperin es ante todo, junto con Jean-Philippe Rameau, el gran maestro del clavecín en la Francia del siglo XVIII, tanto por la cantidad de sus obras como por su calidad.

Su producción comprende 27 órdenes en 4 libros: los primeros todavía se relacionan, de modo muy libre, con la suite tradicional (pero pueden contener un número importante de piezas: hasta 22 para el segundo orden). Toda referencia a los airs de danza desaparece a partir de la segunda colección y Couperin elabora un estilo que le es muy personal, hecho de una poesía discreta, una atmósfera elegíaca y una técnica que jamás se deja dominar por la virtuosidad o los efectos. A pesar de los años pasados a cargo del órgano de Saint-Gervais y de la Capilla Real, Couperin -como muchos de sus colegas organistas- dejó para este instrumento sólo dos misas, obras de juventud, que constituyen sin embargo una de las cumbres del repertorio francés clásico.

Aunque es autor de una valiosa producción vocal de carácter sacro -de la que cabe destacar sus motetes y, sobre todo, sus "Leçons de ténèbres" (1715), Couperin fue ante todo un extraordinario compositor de música instrumental. Sus obras para órgano, clave y distintas agrupaciones camerísticas revelan, por un lado, la asunción de la tradición musical francesa y, por otro, una curiosidad innata reflejada en la influencia de la música italiana, en particular de las sonatas de Arcangelo Corelli. Conocido por sus contemporáneos como el Grande, François Couperin es el más destacado representante de una dinastía de músicos galos cuyos orígenes se remontan al siglo XVI. Es la principal figura musical francesa entre Lully y Rameau.

"Concert N° 2 en Re Mayor"