Marcello, Benedetto Giacomo

Abogado, compositor, escritor y teórico

Italiano Barroco tardío

Venecia, 24 de julio de 1686 - †Brescia, 24 de julio de 1739

Benedetto Giacomo Marcello

Hijo menor de Agostino Marcello y Paolina S. Lunardo Cappello, patricios venecianos (la fecha 24 de junio, que se muestra en diferentes fuentes históricas y biográficas es en realidad debida a un error de transcripción). Su padre era un hombre de vasta cultura, componía versos, tocaba el violín y animaba su propio salón con ejecuciones musicales. A pesar de contar con antigua nobleza y pasado ilustre, en la época de Benedetto la familia probablemente tocó uno de sus puntos más bajos en la vida política, efectivamente compensado, sin embargo, por un alto grado de prestigio artístico. La madre se dedicaba al dibujo y a la poesía; propiedad de una rama de su familia, muy rico e influyente, era el teatro Sant'Angelo, importante sede de representaciones de ópera en la ciudad de los canales. Ambos hermanos de Benedetto, Alessandro y Girolamo, cultivaron intereses literarios. Del ambiente familiar derivan, sin duda, muchas peculiaridades de la personalidad humana y artística de Marcello: la pasión por la música y el teatro, el profundo interés por la poesía, la erudición literaria, una encendida sensibilidad religiosa, el orgullo de la pertenencia a la aristocracia veneciana.

Benedetto Giacomo Marcello

Según los primeros biógrafos, el padre de Marcello cuidó de que los tres niños se aplicaran desde una edad temprana a la poesía italiana y, para este fin, hacía componer a los niños de ocho a diez versos cada mañana. Marcello también comenzó a estudiar el violín, pero con resultados poco halagüeños al principio.

Se refiere que una princesa de Brunswick visitó un día e palacio de los Marcello en la Maddalena, donde el mayor de los hermanos, Alessandro, presentaba con regularidad semanal composiciones vocales e instrumentales. Habiendo visto al hermano más pequeño (trece años menor), la dama preguntó a Alessandro a qué se dedicaba Benedetto y recibió como respuesta que el niño podría a lo sumo trerle las hojas de música. Herido en su amor propio, Benedetto decidió dedicarse al estudio de la música con una extraordinaria tenacidad y perseverancia.

A pesar de la falta de información precisa, se puede suponer que Marcello haya sido confiado al colegio de los padres somascos en San Antonio di Castello. Posteriormente, entre los diecisiete y los veinte años de edad, profundizó el estudio de la teoría y de la composición musical, profundizando un compromiso tan vigoroso como para poner en peligro su propia salud. En la formación musical tuvo como guía al compositor Francesco Gasparini, establecido compositor de ópera y maestro de coro en el hospital de la Piedad de Venecia, a cuya experiencia pedagógica también se había confiado a Domenico Scarlatti. Es probable que los primeros ensayos de composición de Marcello estuvieran dedicados a las aplicaciones más exigentes del contrapunto (cánones e imitaciones), mientras que la práctica instrumental pasó del violín al clavicordio. En el mismo año comenzaron las lecturas de los escritos teóricos de Giuseppe Zarlino junto al estudio de las partituras de los grandes maestros del pasado -Giovanni Pierluigi da Palestrina, Carlo Gesualdo, Claudio Monteverdi, Giacomo Frescobaldi, Giuseppe Carissimi- hasta los más modernos Alessandro Stradella, Giovanni Legrenzi, Giovanni Battista Lulli, Marc Antoine Charpentier, Henry Purcell, Bernardo Pasquini y Arcangelo Corelli. Marcello fue influenciado fuertemente por su padre para seguir la carrera de leyes. En consecuencia, combinó su actividad en el campo del Derecho y la magistratura con la musical.

Páginas de inicio del Primer Tomo del "Estro poetico-armonico" de Benedetto Marcello - 1724

A pesar de una fuerte inclinación por los estudios musicales, Marcello se lanzó en la carrera política, que proporcionaba a cada patricio de su rango desempeñarse en diversas magistraturas de la República. Comenzó a practicar el derecho, e hizo su primera aparición como abogado en abril de 1707, un mes después de la muerte de su padre. El 4 de diciembre, a la edad de veintiún años, recibió como herencia la llamada 'balla d'oro', gracias a la cual pudo entrar anticipadamente en el Maggior Consiglio. Posteriormente fue elegido oficial de la Messetteria (29 de septiembre de 1711), juez en el Esaminador (4 de marzo de 1714), ofcial en la Ternaria vecchia (1 de julio de 1715), miembro de la Quarantia civil vecchia (14 de febrero de 1717), "Provveditore" (gobernador de distrito) en Pola ( 28 de junio de 1733), oficial de la Giustizia vecchia (25 de septiembre de 1735). El clima de Istria afectó su salud, retirándose después de algunos años a Brescia en calidad de camarlengo (5 de enero de 1738).

En 1707 viajó a Florencia, donde es posible que haya conocido a Georg Friderick Haendel. Ese mismo año Marcello comenzó como poeta libretista, publicando de forma anónima el drama musical "La Fede riconosciuta", representado en el Teatro Plaza de Vicenza. Resaltando que era miembro de una familia noble, en sus obras musicales frecuentemente firmaba como "Patrizio Veneto". En 1708 salió la primera colección de música impresa: doce "Concerti a cinque con violino solo e violoncello obligato", publicado en Venecia como Op. I, de la cual desgraciadamente se ha perdido la parte del violín principal. El segundo de estos conciertos fue transcrito para teclado por Johann Sebastian Bach (BWV 981).

Gran importancia en esta primera fase de la trayectoria poético-musical de Marcello, tuvieron las relaciones cordiales y duraderas con la familia romana de los Borghese, en particular con la princesa Livia Spinola Borghese, a la cual entre 1709 y 1710 dedicó el oratorio "La Giuditta" (música y poesía de Marcello) y la serenata "La morte d'Adone" (música de Marcello, poema de autor desconocido), obras felices, que presentan diferentes puntos de contacto con el estilo italiano de Haendel. Por intercesión del erudito B. Garofoli y de los propios Borghese, Marcello fue luego agregado a la Academia de la Arcadia con el nombre de Driante Sacreo (octubre de 1711). A Livia Borghese Marcello envió repetidamente, al menos hasta 1714, varias composiciones de música de cámara, incluyendo pequeñas cantatas y dúos para beneficio de las cantantes Laura y Virginia Predieri.

Edición discográfica de obras de Benedetto Marcello

Marcello obtuvo pronto un nuevo prestigioso reconocimento: la admisión en la Academia Filarmónica de Bolonia (diciembre de 1711). Para este propósito había enviado a Giacomo Antono Perti una misa a cuatro voces con dedicatoria al papa Clemente XI, compuesta con los más refinados artificios de la técnica canónica. El doble éxito de 1711 fue exhibdo en el frontispicio de "Suonate a flauto solo con il suo basso continuo per violoncello o cembalo op. II" (Venecia, 1712), en el que el autor se proclamó 'académico filarmónico y arcadio'.

En 1713 salieron 24 cantatas para voz y bajo continuo en solitario, ejecutadas con cadencia semanal en academias privadas, inspirada en las cuales por la noble veneciana Isabella Renier Lombria donde dio sus primeros pasos artísticos la famosa cantante Faustina Bordoni. En el catálogo de Marcello el enorme repertorio de las cantatas de cámara supera las trescientas composiciones. La sensibilidad literaria y la maestría de la escritura vocal hacen de Marcello uno de los compositores más influyentes en este género junto con A. Scarlatti. La mayoría de las cantatas de Marcello entona textos de argumento arcadio-pastoral, pero no faltan incursiones ambiciosas en el génerao heroico, representados por temas históricos y mitológicos o extraidos de la épica clásica (Cleopatra, Lucrezia, Andromaca, Medea, Erode, Catone) .

En paralelo, Marcello cultivó la música instrumental, de manera que su trabajo, además de las dos colecciones impresas mencionadas anteriormente, incluye antologías de sonatas para clavecín, sonatas para violonchelo y bajo, finalmente sonatas para dos violonchelos (o dos violas da gamba) y bajo, así como diversos conciertos y sinfonías introductorias. Probablemente se debería identificar en una colección de sonatas el perdido 'Op. III', editado entre 1712 y 1717.

Que Marcello estuviera adquiriendo una verdadera y propia autoridad académica real queda confirmado por la participación en una comisión de concurso, celebrada en 1721, para la designación de un nuevo maestro di cappella de San Giacomo degli Spagnoli en Roma. Si la "Lettera famigliare" y las "Canzoni madrigalesche" estaban destinados a consolidar el prestigio del autor entre los miembros de la Academia Filarmónica de Bolonia, los sigientes "Sonetti di Benedetto Marcello, nobile veneziano, tra gli Arcadi, Driante Sacreo" (Venecia, 1718) reafirmaron ambiciones no durmientes en el campo literario.

En la picante sátira literaria de "Il teatro alla moda", publicada en forma anónima en Venecia en 1720, Marcello volverá a reflejar el deseado retorno a la dignidad clásica y la clara oposición a la degeneración del gusto moderno. Pero después de "Il teatro alla moda" la época de las burlas dio paso a actividades más serias. Con la colaboración literaria del patricio Girolamo Ascanio Giustiniani, Marcello se dedicó a la puesta en música de los primeros cincuenta salmos de la Biblia: vieron así la luz en Venecia, entre 1724 y 1726, los ocho volúmenes del "Estro poetico-armonico", sobre el cual se fundará principalmente el renombre en vida y póstumamente de Marcello. La monumental edición realizada por el impresor veneciano D. Lovisa pudo contar con la contribución artística de S. Ricci, co-autor de los grabados reproducidos en la anti portada.

Las primeras representaciones de los salmos tuvieron lugar en Venecia, en la Cavallerizza alle Fondamenta nueve, con citas regulares programadas una vez a la semana. El propio Marcello se sentaba al clavicordio corrigiendo cuidadosamente cualquier defeto de tiempo o de entonación y evitando que los cantantes e instrumentistas pudieran hacer modificaciones o adiciones impropias al texto musical.

En 1725, convertido ya en autor de la fama europea, Marcello escribió poesía y música de una serenata en honor del emperador Carlos VI de Austria ("Nasce per viver sempre"), cuya primera ejecución en Viena tuvo entre los intérpretes a la aclamada Faustina Bordoni. Siguieron otras obras dramáticas: los interludios escénicos "Arianna e Psique" sobre texto de V. Cassani, tal vez destinado a celebrar la permanencia en Venecia del cardenal Pietro Ottoboni (1726), y la acción sacra "Joaz" (alrededor de 1727) con libreto de Zeno, destinada a la corte vienesa.

El 20 de mayo de 1728 Marcello se casó secretamente con su amada alumna Rosanna Scalfi, joven humilde, entonces de veinticuatro años: la escuchó cantar por primera vez cinco años antes en una embarcación nocturna en el Gran Canal y quedó maravillado por su voz. Tomó a la pobre muchacha bajo su protección, ocupándose personalmente de su mantenimiento y formación musical. El matrimonio se llevó a cabo en secreto, a raíz de una instancia enviada por Marcello al vicario general del Patriarcado, pero es evdente que la familia de Marcello acogió de la peor manera tal decisión. De hecho Alessandro Marcello en 1742, tres años después de la muerte de su hermano, demandó a la Scalfi sobre algunas irregularidades en las prácticas heredadas y en un codicilo de 1745 tomó medidas de precaución para evitar que uno de sus descendientes 'tuviera tan poco honor de desfigurar su nobleza al casarse con hembras de vil condición'.

Otro episodio decisivo tuvo lugar el 16 de agosto de 1728. Entrando en la iglesia de los Santos Apóstoles, Marcello caminó hacia el altar mayor, pero de repente se hundió hasta el pecho en una lápida que se abría bajo sus pies: el incidente fue interpretado como un presagio siniestro y dio inicio a una profunda crisis religiosa. Después de una noche de pensamientos oscuros, Marcello se arrepintió de todos los pecados pasados y decidió iniciar una 'nueva vida'. Desde entonces se dedicó principalmente al estudio de las Escrituras y a la composición de poemas sacros, incluyendo la colección "A Dio. Sonetti… con altre rime, di argomento sacro e morale" (Venecia, 1731), que conoció en la época una cierta difusión. Especialmente Marcello disminuyó drásticamente la actividad musical, sintiendo como pecaminosa no sólo la música secular, sino también todas las formas de ambición artística, incluso aquella que había animado la audaz empresa de los salmos. Al principio, presa del fervor religioso, Marcello meditó un abandono completo del arte del sonido, lo suficiente como para rechazar la invitación hecha por S. Maffei para poner música al drama pastoral "La fida ninfa" (luego compuesta por Vivaldi), pero como resultado de continuas reflexiones no desdeñó cultivar los géneros musicales de la más estricta observancia religiosa. Así vieron la luz dos grandes oratorios para la fiesta de la Asunción de Beata Vergine: "Il pianto e il riso delle quattro stagioni dell'anno" (Macerata, iglesia Jesuita, 1731) e "Il trionfo della poesia e della musica" (1733), ambos sobre libretos atribuidos formalmente al padre jesuita G. Vitelleschi, pero probablemente escritos por el propio Marcello. Salió tal vez en el mismo período la composición de la notable "Messa da requiem in sol minore" y de otras páginas religiosas, ahora perdidas ("Treni di Geremia", "Te Deum", etc.).

Durante los años treinta Marcello desarrolló entrevistas personales e intercambios de correspondencia con muchos escritores de su tiempo: L. A. Muratori, A. Zeno, el abate Conti, G. A. Giustiniani, el pintor G. Cignaroli, los libretistas D. Lalli y A. Boldini. Mientras tanto, su salud había comenzado a declinar de forma irreversible, sobre todo después de vivir en Pola (1733-1735), donde Marcello, como administrador de la República de Venecia, desarrolló tareas administrativas. Al regresar de Istria, sintió una gran tristeza al ver que en Venecia ya no había ninguna pasión 'por las cosas nobles, por la ciencia y por el arte'.

Dos años más tarde, en 1738, fue enviado a Brescia como camarlengo: en la ciudad lombarda, además de desarrollar tareas de gobierno, se dedicó asiduamente a las prácticas religiosas y devocionales. Retomó también la actividad musical dirigiendo personalmente algunos salmos en el oratorio de la Paz. La vena satírica del pasado reapareció por última vez en un extraño poema, la "Fantasia ditirambica eroicomica"[Brescia, 1738, inédita] en la cual se alternan tonos pomposamente áulicos con pasajes en prosa cantables, ejemplos musicales y versos en dialecto bresciano. Mientras tanto, día tras día, su fuerza iba disminuyendo. Preocupado de dejar incompleto el poema de la Redención, Marcello se internó en el santuario de Caravaggio con la esperanza de una cura milagrosa, pero fue afectado de nuevos problemas respiratorios y los médicos le diagnosticaron una forma incurable de tuberculosis. En su testamento dictado el 22 de julio de 1739, en ausencia de hijos, nombró heredera universal a su 'amada esposa' Rosanna Scalfi y encomendó a S. Molin el incompleto poema sacro, del que hoy quedan sólo los dos primeros cantos.

Marcello murió en Brescia el día de su quincuagésimo tercer cumpleaños. Con solemne funeral fue enterrado en la iglesia de S. Giuseppe de Brescia, anexa al convento de los menores observantes, donde sobre la lápida, a los pies del altar mayor, se lee un epígrafe conmemorativo dictado por la viuda. Poco después de la muerte de Marcello el cardenal Ottoboni promovió en Roma, en el palacio de la Cancillería Apostólica, una ejecución completa, abarcando varias semanas, de los cincuenta salmos. Marcello tuvo pocos alumnos compositores: además de su esposa, autora de cantatas, se recuerda a G. Zorzi, maestro di cappella de San Juan de Letrán en Roma. Sigue siendo confuso en la leyenda e históricamente no documentado el papel de Marcello en el inicio de la carrera teatral del joven Baldassare Galuppi.

Aunque podemos considerarle, tal vez, como compositor de ópera, tan sólo algunas de sus obras escénicas han llegado hasta la actualidad. En muchas de sus cuatrocientas cantatas dramáticas (principalmente solistas), el sentimiento posee una fuerza especial, particularmente en aquéllas cuyo objetivo es deliberadamente el humor, o en textos pastorales de personajes trágicos (Dido, Lucrezia, Andromache). Algunas de ellas, como “Stravaganze d'amare”, con la libertad amateur para experimentar hasta sus últimas consecuencias todo tipo de expresiones. Al igual que los salmos, entre sus obras más conservadoras, hallamos misas, oratorios, cantatas y motetes, así como duetos, sonatas, conciertos y sinfonías. Sus cerca de veinte interesantes conciertos y alrededor de 40 sonatas, están muy influenciados por Vivaldi, y su estilo tiende progresivamente hacia lo galante. La música de Marcello se caracteriza por la imaginación y una técnica sutil que incluye al mismo tiempo contrapunto y desarrolladas características galantes.

"Concerto grosso Nº 1"