Agatea, Mario

Monje, cantante, compositor y fabricante de instrumentos

Italiano Barroco medio

?, entre 1623 y 1628 - †Bolonia, antes del 28 de enero de 1699

Era un monje Agustino que estuvo empleado aproximadamente  desde 1649 como soprano castrato en la corte de Este en Módena.

Basílica de San Petronio, Bolonia

El 13 de noviembre de 1660 fue nombrado en el coro de San Petronio, Bolonia, con un estipendio de 50 liras mensuales; fue despedido el 24 de abril de 1662 pero recontratado el 25 de julio de 1663. En octubre de 1665 volvió a Módena, donde sucedió a Marco Uccellini como maestro de coro de la catedral. Dejó vacante este puesto en noviembre de 1673 y a comienzos de 1674 estaba viviendo de nuevo en Bolonia. Entre 1677 y 1681 sirvió como cantante en la cappella del Duque Francesco II de Módena. En 1685 se hizo miembro de la Accademia Filarmonica, Bolonia, y parece haber pasado sus últimos años en o cerca de esa ciudad. Escribió al Duque de Módena en 1689 desde el monasterio de San Biagio, Bolonia, pidiéndole que le concediera una pensión en vista de su vejez y pérdida de la vista. En 1692 le escribió dos veces más al duque: el 13 de enero para decirle que se había vuelto totalmente ciego y el 13 de mayo para decirle que había sido transferido, por consejo de sus doctores, desde San Biagio al monasterio de Santa María della Misericordia, fuera de Bolonia.

Su muerte está registrada en el Registro di bolletta della corte de Módena el 28 de enero de 1699, donde su edad se da como ‘alrededor de 75', lo que sugeriría que nació aproximadamente en 1623-25; una inscripción en un retrato suyo grabado que data de 1676, sin embargo, da su edad como 48 años, lo que apuntaría a una fecha de nacimiento en 1627 o 1628. Durante su vida parece haber sido mejor conocido como cantante que como compositor. Es descrito en las Atti capitolari de la Catedral de Módena como ‘cantante soprano de extraordinaria excelencia'; en 1666 Cazzati le dedicó un motete, describiéndolo como un ‘renombrado músico'. Una carta a G. P. Colonna revela que también era fabricante de instrumentos de teclado.

La mayoría de su pocas composiciones vocales supervivientes son seculares, aunque algunas son de tono moral. Roncaglia lo consideraba un compositor competente con un don para la escritura melódica.

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