Según su epitafio se desempeñó como intérprete de teclado en la capilla real durante 43 años.
Sus únicas obras supervivientes son dos tientos en manuscrito que lo muestran como un compositor muy experimentado; el segundo es un ricercare monotemático extraordinariamente elaborado y el primero un "Pange lingua" en español mucho más corto pero altamente refinado, en el que un contrapunto del canto llano sirve a todo lo largo como motivo unificador.
Dos motetes estaban en la biblioteca del Rey João IV, "Ave virgo gloriosa" para cinco voces y "Versa est in luctum" para cuatro voces.
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