No existe información sobre su nacimiento y sus años de estudio. Su primer empleo conocido fue como maestro di cappella en la iglesia colegiada de Sant'Agata, Cremona. En 1592 se volvió maestro di cappella de la Catedral de Cremona, y cuatro años después sus deberes en la catedral fueron extendidos con su nombramiento como ‘maestro di cappella para las devociones del sábado' o laudi. Permaneció en estos puestos hasta 1622. 

Los madrigales de Barera se caracterizan por  procedimientos tradicionales del siglo XVI, con uso limitado de técnicas innovatorias. Se pone énfasis particular en la claridad del texto. Las composiciones son silábicas y ampliamente homorítmicas y hay uso frecuente de diálogo antifonal entre los grupos de voces.

La música de iglesia de Barera refleja tal vez sus deberes específicos en la catedral de Cremona. Sus "Laudes in honorem B. V. Mariae” fueron probablemente concebidos para el uso durante las devociones del sábado. Los salmos están pensados para las fiestas principales del año litúrgico; también son esencialmente silábicos y homorítmicos.