Herbert, Lord Edward

Cortesano, escritor, laudista aficionado y compositor

Inglés Barroco temprano

Eyton-en-Severn, Shropshire, 3 de marzo de 1582 - †Londres, 20  de agosto de 1648

Fue el hijo mayor de Richard Herbert, Alguacil de Montgomeryshire, y de Magdalen Herbert (más tarde Lady Danvers).

Edward Herbert, Lord of Cherbury and Castle Island

Era el hermano mayor del poeta George Herbert y de Sir Henry Herbert, el Maestro de las Jaranas del Rey, para mencionar sólo dos de sus nueve hermanos. Fue principalmente educado en casa, pero siendo niño estuvo bajo el tutelaje del autodidacta galés Edward Thelwall, que al parecer le enseñó galés y de quien Herbert hablaba con gran respeto. Entró en University College, Oxford, en 1595.   Por arreglo de su madre Herbert se casó con su prima Mary Herbert de St. Julian en 1598, y el matrimonio fue un éxito mezclado, Herbert diciendo en su Autobiografía que permaneció fiel a ella durante los primeros diez años. En 1603 fue armado caballero por James I, y después de una corta permanencia  en el Continente (1608-9) donde tuvo algunas peleas y estudió, Edward volvió a Inglaterra durante un tiempo corto antes de ir al extranjero de nuevo a luchar bajo el Príncipe Maurice de Nassau en los Países Bajos. A su regreso a Inglaterra se reunió con círculos de la corte y conoció a George Villiers, después Duque de Buckingham y estrella creciente en la corte de James I. Esta relación culminó con el nombramiento de Herbert como Embajador inglés en Francia (1619-24), el cargo político más alto que tuvo.

Retrato de Edward Herbert, por Isaac Oliver

Fue nombrado Barón Herbert of Castle-Island en el Condado de Kerry, pero no recibió su dignidad de par inglesa, la Baronía de Chirbury, hasta el 7 de mayo de 1629. Su embajada se acabó abruptamente cuando Herbert se permitió reñir con el Duque de Luynes, primer ministro de Luis XIII. Después de dar a James I consejos mal recibidos acerca del propuesto matrimonio del Príncipe Charles con la infanta española Maria (Herbert estaba contra ella) Herbert se dedicó casi exclusivamente a actividades intelectuales, que es donde yace su importancia. Al estallar la Guerra Civil Lord Herbert se encontró cogido entre su lealtad natural a Charles I como aristócrata y sus creencias políticas sobre el poder arbitrario, que expresó en un manuscrito inédito. También resentía el hecho de que todavía se le debían  pagos por su desempeño como embajador y que sus servicios a la Corona no habían sido, a su modo de pensar, apropiadamente reconocidos. En 1644 se rindió al Parlamento para evotar que su biblioteca fuera confiscada, y figuró entre los atacados por deslealtad (la mayoría de los Herbert y sus primos los Sidney eran realistas). Lord Herbert murió como un hombre deprimido y defraudo en 1648.

Lord Edward Herbert

Lord Herbert era un hombre valiente, inteligente y culto, así como un consumado egoista. Su Autobiograpía nos cuenta que tenía el sudor que olía dulcemente y que era irresistible para las mujeres, sobre todo si estaban casadas con otro. Según Herbert ellas guardaban retratos suyos escondidos entre sus pechos. Herbert alardea sobre sus proezas en la batalla y su sentido exagerado del honor. Su otro lado era bastante diferente: era un importante poeta metafísico, filósofo serio y un soldado competente. Tocaba el laúd y componía música, y hablaba varios idiomas. Fue un sirviente fiel al Rey, y nunca tuvo miedo de decir lo que pensaba.      La labor filosófica de Herbert, dada a conocer en sus dos obras principales sobre el tema, "De veritate" (1624) y "De religione gentilium" (1645), era para efectuar la reconciliación de las religiones descubriendo su origen común en antigüedad. El sistema de Herbert realmente no era cristiano, y a comienzos del siguiente siglo fue designado "el padre del deísmo inglés" por Thomas Halyburton, escribiendo en 1714. Él sugería que ninguna religión estaba desprovista de verdad, pero esa creencia religiosa debe examinarse de la misma manera como cualquier otro sistema propositivo. Esto fue causa de que Herbert fuera atacado después de su muerte por muchos teólogos, católicos y protestantes. Como poeta, Herbert es de la escuela "metafísica"—su poesía  es dura, filosófica, y a veces obscura, pero propone a menudo con imaginería poderosa y un tipo de patetismo yermo que cubre su obra completa.

El trabajo filosófico de Herbert fue alabado por Descartes que escribió que "la mente de Herbert tenía pocos iguales", por Pierre Gassendi que lo llamó "el segundo Verulam" (Bacon) y por Ben Jonson, que se refirió a él como "Herbert todo poderoso" quién no podría contenerse porque él era "tantos hombres" en uno.

La contribución principal de Herbert a la música es la colección de música del laúd que hizo, probablemente a su regreso de Francia en 1624. Su propia música, en manuscrito, alcanza a cuatro preludios, cuatro pavanas y una courante. Incluso en sus últimas composiciones, Herbert parece haber retenido una preferencia por el antiguo estilo contrapuntístico. Su música muestra pocos signos de influencia de la escuela francesa a la que pertenecen muchas de las piezas en su colección..

"Pavan" - Laúd: Fabien Brandel