Casi nada se sabe sobre la vida de Ignacio Sieber. En realidad, ni siquiera cuándo nació (en Alemania, según toda la evidencia), ni cuándo murió, ni donde realmente trabajó. En estas condiciones, lo único seguro es el origen de su lenguaje particular específicamente italiano: melodía o tema siempre por encima, bajo continuo puramente armónico, recurso casi inexistente de contrapunto, ornamentación muy florida y violinística.
Incluso 300 años después de la creación de sus seis sonatas para flauta traversa, tenemos poca información biográfica del compositor aparte de lo que transmite Johann Walther Gotttried en su Lexikon Musikalisches de 1732, en el sentido de que ‘Ignazio Sieber Thomas Kügler Sieber, músico residente en Roma, compuso seis sonatas para flauta y bajo continuo que se encuentran impresas en la casa de M. Gaillard en Amsterdam’.
La búsqueda bibliográfica sobre Sieber y sus seis sonatas por último se agota con el índice del “Historisch-biographisches Lexicon der Tonkfinstler” de Ernst Ludwig Gerber (1790) que establece que Sieber "fue un compositor alemán que vivió en Roma hacia el año 1725". Sólo las listas de pagos a los maestros de música que trabajaban en el Ospedale Veneziano della Pietà nos proporcionan alguna información adicional biográfica: Ignacio Siber [sic] es mencionado allí en su calidad de Maestro de oboe de 1713 a 1715, y luego -al parecer, después de una pausa en esta actividad durante varios años- como ‘Maestro di flaute traverso’ en 1730 y de 1750 a 1757.
Por lo tanto ha trabajado en el instituto donde Antonio Vivaldi ocupaba el cargo de Maestro di violino desde 1703, y después de breves interrupciones, el de Maestro de conciertos desde 1716. Varios indicios nos llevan a creer que Ignacio Sieber es idéntico a ese Monsieur Sieber mencionado en el título original de las seis sonatas, aunque no necesariamente el autor de estas obras. En primer lugar el estilo musical y los medios utilizados en la composición confirman que Sieber ha vivido y trabajado en Italia durante algún tiempo. Cada una de sus seis sonatas está compuesta sobre el modelo de la Sonata da chiesa, género típicamente italiano de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, en una sucesión de cuatro movimientos: lento-rápido-lento-rápido. Al igual que su contraparte, la Sonata da camera, la Sonata da chiesa llegó a ser con Arcangelo Corelli la sonata tipo. Sieber adoptó este modelo, con algunas modificaciones: hace preceder por ejemplo una sonata en tres movimientos por un movimiento de obertura (Preludio), sin forma fija.
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