Wecker, Georg Heinrich Caspar

Organista, pedagogo y compositor

Alemán Barroco medio

Nuremberg, bautizado 2 de abril de 1632 - †Nuremberg, 20 de abril de 1695

Recibió lecciones de música primero de su padre Johann, un "hilador de oro‘', y luego progresó con tanto éxito bajo Johann Erasmus Kindermann que a la edad de 16 años le permitieron tocar el clavecín en las iglesias). Fue empleado a lo largo de su carrera como organista en Nuremberg: desde la edad de 19 años en St. Walpurg y desde tres años después (1654) en la Frauenkirche.

Egidienkirche de Nuremberg

Desde 1658 a 1686 en la Egidienkirche, el tercer puesto más importante de su tipo en la ciudad, hasta que en 1686 consiguió el trabajo en la principal iglesia parroquial de Nuremberg de esa época, St. Sebaldus. Wecker ocupó este cargo hasta su muerte en 1695 y fue sucedido por Johann Pachelbel.

Georg Caspar Wecker y Heinrich Schwemmer, algo mayor que él, son importantes en la tradición profesor-alumno del siglo XVII de la escuela de Nuremberg, que proviene de Johann Staden y a través de su alumno Kindermann pasó a Schwemmer y Wecker y más adelante a sus alumnos de la cuarta generación, Nikolaus Deinl, J.B. Schütz, Maximilian Zeidler, Johann Krieger y Pachelbel. De Schwemmer ellos aprendieron a cantar y rudimentos de música, después de lo cual Wecker les enseñó los instrumentos de teclado y composición. Otros alumnos de Wecker fueron Johann Löhner, el impresor W.M. Endter, C.F. Witt y Nicolaus Vetter. Wecker ganó una enorme fama como organista.

Pocas obras existen de Wecker, las más importantes son las cinco cantatas, los tres manuscritos y los dos que sobreviven de los impresoso en 1695. Los únicos otros trabajos son una fuga para teclado y una secular y 37 canciones estróficas sacras. Aunque Endter escribió en 1719 que Wecker “siempre estaba pensando sobre el progreso de la música”, los trabajos existentes no contienen ninguna innovación. Como la mayoría de los compositores de Nuremberg, hizo poco uso y falto de imaginación de las figuras musicales retóricas, era un maestro de la técnica del concertato, mostrando un don especial para escribir canciones solistas y no usó ni recitativo ni disonancia desprevenida.

""