Casi nada se sabe sobre la vida de este desconocido músico, activo entre 1638 y 1645. Puede haber trabajado en Faenza, porque firma la dedicatoria de sus “Concerti” de 1638 desde allí.

Esta publicación, de música sacra como todas sus otras obras, contiene 24 piezas, algunas de las cuales son salmos: es interesante que los últimos son en cuatro o cinco partes, proporcionando mayor variedad en las composiciones de textos largos y determinados, mientras que los motetes están instrumentados más bien para texturas más íntimas de dúos y tríos.

Sus otras colecciones, de misas, salmos y letanías, despliegan grandes texturas concertato, y la única de 1645 incluye partes de violín en un estilo moderno.