Empezó a estudiar música cuando tenía 11 años; a los 12 años de edad ingresó como tiple en la Catedral de Milán donde se quedó durante cinco años. Estudió órgano y contrapunto con Antonio Maria Turati y Michel'Angelo Grancini, maestros di cappella de la catedral. A la edad de 18 años se hizo organista de la orden Celestina. En 1650 se convirtió en organista de la iglesia colegiada y maestro de gramática en Casorate, cerca de Milán. En 1655 volvió a Milán como organista de Santa Babila; pronto después se volvió allí maestro di cappella de San Giovanni in Conca. Habiendo rechazado un nombramiento como maestro di cappella de la Catedral de Vercelli, aceptó los puestos de organista y maestro di cappella de Santa María della Passione, Milán.

En 1667 también asumió puestos similares en Santa María presso San Celso. La página de título de su última publicación muestra que todavía ocupaba sus posiciones en Santa María della Passione en 1680. Sus composiciones, todas sacras, están escritas en el estilo concertante típico del periodo. Sus motetes consisten en recitativos y arias alternativos. Aquellos para dos voces incluyen diálogos entre Jesús y el alma, y así sucesivamente, lo  que era popular entre los compositores milaneses en ese momento.